Los veterinarios han visto un aumento notable de vejigas bloqueadas en gatos machos, así como de cistitis tanto en gatos machos como hembras, durante los últimos 18 meses, según apunta un estudio publicado en The Times.
Para minimizar este estrés que puede ser potencialmente mortal para los gatos, los expertos recomiendan a los propietarios crear escondites para sus gatos a fin de mejorar su estado de ánimo, así como dejar los platos de comida, agua y arena en las zonas más tranquilas de la casa.
Los cambios en la rutina de un gato siempre tienen el potencial de causar estrés, ya que son animales de hábitos. Les gusta la rutina y cualquier cambio puede alterar estos hábitos.
Al parecer, los perros no sufren el mismo estrés, más bien están sintiéndolo al contrario, al ver cómo poco a poco sus dueños van acudiendo a trabajar a la oficina en vez de quedarse en casa. Del mismo modo, muchos cachorros encerrados que han crecido durante el confinamiento a causa de la pandemia de COVID-19 no han tenido una socialización adecuada, con personas o con otros perros. La consecuencia es que muchos se han vuelto muy protectores, tendiendo a tener bastante ansiedad por separación al haber pasado tanto tiempo de forma continuada con sus compañeros humanos.