Con información de Reuters
Fotografía: Reuters
La Universidad Central de Venezuela, UCV, la más grande y antigua del país, se muestra abandonada en su infraestructura y sus 32.000 estudiantes han sido evacuados por la pandemia de COVID-19, reseña Reuters.
El centro público de estudios, más añejo de país, con casi 300 años de fundado, padece no sólo por el virus, sino de agudos problemas derivados de la crisis económica y que lo ha dejado con un exiguo presupuesto y un 30% de sus graduados emigrando.
En junio pasado, colapsó un tramo del techo de una caminería que es una parte de la icónica arquitectura del complejo, que ha sido reconocida en el año 2000 por la Unesco como patrimonio de la humanidad.
Reseña Reuters, que “Los problemas de la universidad indican que Venezuela corre el riesgo de perder mayor número de profesionales, lo que podría dejar al país sin los recursos humanos que necesita para reconstruir una nación donde un colapso hiperinflacionario de seis años empujó a la mayoría de ellos fuera del país y formar parte de una diáspora de más de 5 millones de personas”.
Algunos alumnos apenas reciben su título profesional, se van de Venezuela, dijo Cecilia García Arocha, rectora de la UCV. “Es un desangre”, agregó.
A la vez que se reduce el número de estudiantes, algunos de los profesores apenas ganan 1,50 dólares al mes, a pesar de tener estudios de postgrado, dijo García, ella misma una graduada de la Facultad de Odontología de la UCV en 1976.
La federación de estudiantes, que ahora están alejados de las aulas por la cuarentena que rige en el país desde marzo y algunos estudian online cuando las dificultades de conectividad lo permiten, hacen jornadas voluntarias de limpieza porque no hay personal debido a la cuarentena, pero también por la escasez de transporte y combustible.
“El deterioro es general”, dijo David Sosa, presidente de la federación estudiantil de la UCV, en medio de pasillos con algunos segmentos de adoquines rotos y techos con filtraciones.
“Es decepcionante que nosotros tenemos que sentarnos a esperar que otros países puedan desarrollar, soluciones, vacunas (para el coronavirus) cuando nosotros en Venezuela tenemos universidades que históricamente han sido de primera”, agregó Sosa.
El médico y científico venezolano fallecido en 2014, Jacinto Convit, varias veces nominado al premio Nobel de Medicina por haber ideado una vacuna contra la lepra, era un egresado de la UCV, recordó Víctor Márquez, presidente de la Asociación de Profesores de la UCV.
Agregó que “un gobierno que destruye lo que es el elemento fundamental del desarrollo social, como es la educación, (…) le está generando un futuro terrible a la nación”.
“No es una tragedia que vamos a resolver de manera inmediata”, agregó.
Y coincidió con Sosa en que como la UCV no se plegó al gobierno, el Ejecutivo la sometió a un “cerco” y “asfixia” presupuestaria.