Más de dos mil funcionarios se habrían desplegado en unos diez sectores de Petare. Según el gobierno, nueve delincuentes se habrían enfrentado a las fuerzas del orden. Pero en las barriadas petareñas nadie dijo haber escucchado algo así que siete de los delincuentes serían de la banda de «el Wilexis» y dos de la Cota 905
Del operativo policial ejecutado en Petare el 17 de julio quedaron más dudas que certezas. A una semana del despliegue en la zona mirandina, nadie sabe y nadie supo qué fue lo que realmente pasó. Aunque el gobierno de Nicolás Maduro dijo que nueve presuntos delincuentes se habrían enfrentado a las fuerzas de seguridad, no hubo disparos, carreras o gritos que despertaran la alarmas de los vecinos de la parroquia, como suele ocurrir durante un enfrentamiento.
Este operativo se realizó luego de los sucesos en la Cota 905 y zonas aledañas, donde funcionarios policiales e integrantes de bandas lideradas por “el Koki” intercambiaron disparos durante tres días; hechos que dejaron un saldo extraoficial de al menos 33 muertos.
Según el gobierno, durante el operativo en Petare realizado por unos 2.200 funcionarios, nueve delincuentes se habrían enfrentado a las fuerzas del orden. El viceministro de Prevención, Seguridad Ciudadana y Cuadrantes de Paz, general de división Endes Palencia, dijo que siete de los delincuentes serían de la banda de «el Wilexis«, líder de la zona, y dos ‘enconchados’ de la Cota 905.
Pero el testimonio de la ciudadanía contrasta con las versión oficial. «En Petare todo estaba normal el sábado, normal pero con policías», dice a TalCual Eukarys Perdomo, habitante de la parroquia.
Perdomo, de 25 años, comenta que en la madrugada de ese día no escuchó ningún disparo. Precisa que vive muy cerca de la Redoma de Petare. «No sé como fue la actuación barrio adentro, pero en la calle aunque paraban carros no impidieron la circulación», añade.
Detalló que a media mañana cuando se desplazó hacia Palo Verde, había alrededor de cinco alcabalas y que en la entrada del barrio José Felix Ribas vio patrullas del Servicio Bolivariano de Inteligencia Nacional (Sebin) y de la Guardia Nacional (GN)
«El barrio estaba full de tanquetas y guardias. También vi chamos esposados en las motos» contó.
Un reporte similar hizo ese día nuestro compañero de labores Brian Contreras, quien informó de una fuerte presencia policial y militar, pero sin escuchar detonaciones que permitieran presumir un posible enfrentamiento.
Aclaró, sin embargo, que vive alejado del supuesta zona conflicto. «En Maca no se escuchó absolutamente nada», acotó.
Reporte vecinal de Petare
Reportes similares al de Perdomo le llegaron al exconcejal del municipio Sucre, Juan Carlos Vidal, quien detalló a TalCual que desde las primeras horas del 17 de julio los vecinos de la parroquia reportaron la presencia de las fuerzas policiales, entre ellos de la Comisión Nacional Antiextorsión y Secuestro, la Dirección de Inteligencia y Estrategia (anteriormente llamados Fuerzas de Acciones Especiales) de la Policía Nacional Bolivariana (PNB), La Dirección General de Contrainteligencia Militar (Dgcim), el Cuerpo de Investigaciones Científicas Penales y Criminalísticas, entre otros.
Los reportes de los vecinos, según comentó el exconcejal, dieron cuenta de funcionarios con equipos especiales para entrar a zonas de conflicto.
Pese a la cantidad de funcionarios, del equipamiento que portaban y de la versión del régimen de Maduro divulgada antes de las 9:00 de la noche en la que se habla de enfrentamientos, los grupos de Whatsapp vecinales a los que tiene acceso el dirigente político no alertaron sobre algún conflicto en las zonas.
Los más de dos mil funcionarios se habrían desplegado en la Redoma de Petare, la entrada de Barrio Unión y José Félix Ribas, que tiene diez zonas. Al igual que en la urbanización Palo Verde y los barios 19 de Abril, 12 de Octubre, 5 de Julio, 24 de Junio, 24 de Julio, la entrada a La Bombilla, La Parrilla y Barrio Bolívar, de acuerdo al reporte vecinal.
«Otras zonas donde nos llegaron reportes de presencia policial fue en Vista Hermosa, la entrada al barrio Julián Blanco, Brisas de Turumo y en la urbanización Turumo, además de Filas de Mariche, específicamente en los sectores Valle Fresco y Caballo Mocho», explicó Vidal.
Afirmó que durante el día no hubo reporte de disparos, más allá de la fuerte presencial policial. Las armas por detonaciones solo se activaron al final del día, sobre las 10:30 de la noche en sectores como Julián Blanco, José Félix Ribas, Brisas de Turumo y Parque Caiza, varias horas después del informe oficial con los resultados del operativo.
La opacidad
La confusión es lo que caracteriza el operativo policial. Aunque Perdomo y en los reportes a los que tuvo acceso Vidal no se denuncia algún tipo de enfrentamiento Rosa Ugueto contó que escuchó disparos en horas de la madrugada del 17 de julio, aunque no precisa si se trató de un enfrentamiento.
«A las 6:00am me enteré que estaban los policías en Petare. Vivo en Zona Cinco y mi hijo no había llegado. Lo llamé para que se fuera a donde algún amigo. Pero todo estuvo callado. Nadie sabe y nadie supo nunca qué fue lo que pasó», relató
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El gobierno de Maduro reportó la detención de seis personas que presuntamente habrían sido capturados en flagrancia, 21 solicitados que ya habrían sido identificados, «ocho de ellos con registros por homicidio calificado, robo, secuestro y extorsión; además de seis ciudadanos de nacionalidad colombiana sin documentación», informó el viceministro Palencia.
Entre los detenidos, aparentemente se encontraba José David Carrasquel, de 27 años. Familiares denunciaron que fue ajusticiado por funcionarios del Cicpc, tras haberlo detenido junto a otros hombres en el sector La Línea.
«José David estaba en una esquina con unos amigos y vecinos, llegó la policía y se llevó a varios. Eso lo vimos todos desde nuestras ventanas, lo buscamos en todas las comisarías, pero lo encontramos el domingo en la morgue«, contó a Monitor de Víctimas un primo del fallecido.
La familia de Carrasquel dijo que los funcionarios llevaban silenciadores en sus armas, versión que fue respaldada por otros vecinos de diferentes sectores de Petare.
«José David era mototaxista y no pertenecía a ninguna banda. Si llevaba doble vida y no sabíamos que era malandro, la verdad fue que la policía lo asesinó porque se lo llevaron detenido», constató el familiar.
El gobierno sobre el despliegue agregó que 460 personas fueron verificadas a través del Sistema Integrado de Información Policial.
Una semana antes
Una semana antes de los supuesto enfrentamiento en Petare, se realizó un despliegue policial en el sector Cota 905, al suroeste de Caracas, que estuvo liderado por las FAES apoyados por funcionarios del Cicpc y la GN. Se logró la toma progresiva de las zonas controladas por el «Koki», en un procedimiento que inició en la tarde del jueves 8 de julio y se extendió a lo largo de todo el viernes 9 de julio.
Los funcionarios incautaron municiones de todo tipo, fusiles de asalto, pistolas, granadas e incluso lanzamisiles, artefactos que fueron utilizados durante el enfrentamiento.
Algunas de las zonas tomadas fueron exhibidas por cuerpos policiales en sus redes sociales, que publicaron, por ejemplo, fotografías de la garita principal en El Cementerio. Estas estructuras fueron desmontadas y destruidas
El sábado 10 de julio la vicepresidenta Delcy Rodríguez, durante un balance del despliegue en la Cota 905 denominada «Operación Gran Cacique Indio Guaicaipuro», aseguró que los integrantes de la banda del «Koki» están vinculados con el partido Voluntad Popular (VP).
Según la funcionaria lo ciudadanos, incluso, «confiesan» pertenecer a VP. Mostró un tuit del dirigente Freddy Guevara para inculparlo. «Leopoldo López debe estar nervioso por los teléfonos que hemos incautado en la Cota 905″, añadió.
Por su parte, la ministra de Interior y Justicia, Carmen Meléndez, aseveró que fueron 22 los supuestos delincuentes abatidos. Sin embargo, la noche del viernes 9 de julio, el comisario Iván Simonovis, fue el primero en dar información sobre los fallecidos y aseguraba que eran «40 delincuentes muertos», pero que entre ellos no había ninguno de los líderes de la banda, conocidos como Carlos Luis Revete, alias «el Koki», Carlos Alfredo Calderón Martínez, alias «el Vampi» y Garbis Ochoa Ruiz, alias «el Garbis». Simonovis también advertía que estos antisociales se reagruparían y atacarían con más fuerza.