Uno de los principales proveedores de Monómeros envió una carta a la Superintendencia de Sociedades para preguntar por su plan de rescate a la compañía y exigir cambios en su administración, bajo la amenaza de cortar la relación comercial con la firma
La tensión en torno a Monómeros, activo venezolano en suelo colombiano, crece nuevamente este viernes 17 de septiembre, fecha límite para que la junta directiva de la compañía apele la medida de la Superintendencia de Sociedades, que pretende tomar el control de la firma.
Esta toma de control de Monómeros se aplica, según las autoridades colombianas, para «ordenar los correctivos necesarios en busca de subsanar una situación crítica de orden jurídico, contable, administrativo o económico de una sociedad comercial no vigilada por otra superintendencia”.
Sin embargo, la junta directiva de Monómeros afirmó estar en contra de la decisión y confirmó a la opinión pública que apelaría en contra de la medida, aunque la presidenta de la junta directiva, Carmen Elisa Hernández, no estuvo de acuerdo con esta postura y decidió presentar su carta de renuncia.
La carta de Hernández manifestaba que la única manera factible de «proteger» a Monómeros y permitirle superar la crisis que afronta actualmente era mediante la toma de la Superintendencia de Sociedades, que ejecutaría un plan de rescate para la firma, al considerarla estratégica para Colombia.
El discurso de Hernández coincide con una carta enviada por Nitron, uno de los dos proveedores principales de la empresa venezolana, al superintendente de sociedades, Andrés Barreto, en la que advirtieron que sería «insostenible» continuar con las operaciones de Monómeros a menos que «su situación cambie sustancialmente».
Según la misiva, difundida por el medio colombiano Semana, Nitron solicitó al superintendente una explicación sobre su plan de rescate para Monómeros y cuestionó sobre la posibilidad de que se realizaran cambios «significativos y urgentes» en su conducción.
En este sentido, amenazaron con cortar las relaciones con la empresa si no se demostraba la posibilidad de ejecutar cambios a corto plazo.
«Si en el lapso de 48 horas no cambia la situación de gobierno corporativo y autoridades administrativas y representantes legales de la empresa, nos veremos obligados a suspender la operación de suministro que tenemos con Monómeros», advirtió la compañía proveedora dos días después de la toma de Supersociedades.