Las primarias del PSUV dejaron a muchos alcaldes sin la posibilidad de aspirar a la reelección. Dos gobernadores también se han visto afectados por las decisiones internas del partido y las movidas de mata del gabinete de Nicolás Maduro
El Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV) ha enfrentado bajo cuerda las renuncias de alcaldes en varios estados del país, tras las designaciones hechas en las primarias de esa organización política para escoger a los contendores en las elecciones regionales y municipales, previstas para el 21 de noviembre.
Hasta la fecha, seis alcaldes y dos gobernadores renunciaron a su cargo tras no ser favorecidos en las primarias. Algunos incluso ganaron por mayoría el voto de la militancia del PSUV, pero pasaron a «revisión». La escogencia final de cargos se dio desde la directiva nacional y sin mayores explicaciones.
El último en renunciar fue Francisco González, alcalde del municipio Mariño (estado Nueva Esparta). En una carta, de fecha 8 de octubre, el dirigente explicó que se mantiene leal al «proyecto bolivariano» y pone a disposición del Concejo Municipal -de mayoría del PSUV- su cargo para que designen al encargado hasta las elecciones.
También nombró los venideros comicios, de los cuales aseguró estar convencido «que la Revolución saldrá victoriosa de la mano del camarada Hanthony Coello». Justamente, González le ganó en las primarias del PSUV al exministro, pero la revisión interna le cortó las posibilidades de medirse para lograr su reelección.
Un día antes, el alcalde del municipio Bolívar (estado Táchira), William Gómez, alegó su renuncia al puesto por motivos políticos, sin explicar más allá de qué se trataba. La noche del 7 de octubre había sido arrestado por la Guardia Nacional en la población de San Antonio.
Una de las primeras en renunciar fue Yohanna Pérez, quién fungía como alcaldesa encargada de Barcelona. El 30 de abril aseguró que su decisión se debía a una petición del partido. “Informo que debo renunciar. Me comunicaron que debía separarme del cargo, aunque no hay argumentos políticos, administrativos ni financieros para dejarlo”, dijo.
La próxima en abandonar el puesto fue la entonces alcaldesa del municipio Libertador (Distrito Capital), Erika Farías. La dirigente dijo que se debía a la preparación del chavismo de cara al proceso electoral, sin ofrecer mayores detalles al respecto.
Un día después, el exgobernador del estado Aragua Rodolfo Marco Torres siguió sus pasos. El militar retirado, en una carta similar a la de Farías, destacó que se apartó del cargo «para dar paso a un nuevo proceso electoral con miras al 21 de noviembre». El pasado 13 de septiembre fue designado como ministro de Atención de Aguas.
Una jugada similar había ocurrido casi un mes antes, cuando Nicolás Maduro designó a Yelitze Santaella, quien se desempeñaba como gobernadora de Monagas, como ministra de Educación. El Consejo Legislativo de ese estado procedió a juramentar al profesor Cosme Arzolay como gobernador encargado de la entidad, un nombre que ya formaba parte de la administración de Santaella y figuraba como uno de sus principales asesores.
Seguimos con los alcaldes. El 8 de septiembre renunció Orlando Urdaneta como mandatario municipal en La Cañada de Urdaneta (estado Zulia). Dijo que motivos ajenos a su voluntad lo obligaban a abandonar el puesto.
El 22 de septiembre firmó la carta de renuncia Farith Fraija, entonces alcalde de Carrizal (estado Miranda). Su caso es único, pues abandonó sus funciones para ser candidato pero en otro municipio de la misma entidad (Guaicaipuro). “Luego de 3 años y 9 meses tomo esta decisión con la satisfacción de haber cumplido gran parte del plan municipal de desarrollo, a pesar de las duras circunstancias que hemos debido enfrentar. Gracias por la oportunidad que me dieron de trabajar para ustedes y con ustedes”.