Los habitantes del municipio Libertador de Caracas le piden a la nueva alcaldesa Carmen Meléndez que aporte soluciones sostenibles y con inmediatez a los problemas de servicios públicos que los aquejan desde hace años
Luna Perdomo | Zulvyn Díaz | Roison Figuera
Tras las elecciones de alcaldes, concejales y gobernadores del pasado 21 de noviembre, los habitantes dejaron de ser votantes y ahora exigen a las recién electas autoridades que, pasado el furor de la campaña, se pongan a trabajar en soluciones inmediatas para los problemas que, por años, la gente ha tenido que resolver, sin recursos y por su cuenta.
TalCual se fue a los cinco municipios del Área Metropolitana de Caracas a escuchar la lista de urgencia de los ciudadanos, que de punta a punta está liderada por el colapso de los servicios básicos como agua, luz, aseo urbano, alumbrado público, vialidad, transporte e inseguridad.
En esta oportunidad se abordarán las exigencias de los habitantes del municipio Libertador del Distrito Capital, las cuales deberían ser resueltas por la nueva alcaldesa Carmen Meléndez, representante del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV) y que resultó electa con 360.389 votos, lo que representó 58,93% de la participación.
Anteriormente, Carmen Meléndez ya había estado en cargos dentro de la administración de Nicolás Maduro. Viene de ser ministra de Interior, Justicia y Paz. Ganó la gobernación de Lara en 2017, cargo que abandonó para asumir esas funciones ministeriales y antes fue diputada de la Asamblea Nacional, también por Lara. Se inició en la función pública como ministra de seguimiento de la gestión presidencial en tiempos de Hugo Chávez.
Vida de camellos
El reclamo más frecuente de los habitantes del municipio Libertador es el agua. Por todos los rincones la gente pide que el servicio se normalice, que llegue con frecuencia por las tuberías para que la gente deje de cargar tobos, de comprar botellones o de esperar una hora o días determinados por el servicio.
Aura Sarmiento de 58 años de edad, quien vive en Lídice (Catia), dice: «De esta gestión no espero nada. No creo que el gobierno vaya a cumplir ahora lo que no ha cumplido en 22 años porque cambió el nombre de la alcaldesa, sigue siendo la misma gente. Ellos solucionan los problemas de sus bolsillos y no los del país. Caracas hoy está deteriorada completamente, con maquillaje en ciertos sectores, pero que se cae cuando caminas por calles llenas de huecos o inundadas por las aguas negras o cuando ves que las aguas blancas corren más por las calles que la que llega a los hogares».
Carolina Lugo, quien vive en Alto Lídice, expone que el problema más grave de su comunidad es el agua. «Podemos pasar hasta 15 días sin agua y uno tiene que estar cargando. Es horrible. La cargada de agua nos ha afectado la columna y hasta la cintura», cuenta, y añade que a esa dificultad se le suma la inseguridad y la escasez de transporte público: «Una persona puede tardar hasta media hora subiendo hasta Altos de Lídice». No obstante, manifiesta que no cree que la alcaldesa Carmen Meléndez resuelva los problemas de los caraqueños. «Desconfío de ellos porque yo sigo teniendo los mismos problemas que hace años ellos mismos prometieron resolver y han empeorado».
José Garantón, de oficio carpintero, afirma que el principal problema de la parroquia San José también es el agua y detalla que el problema es el bombeo. «Imagínate pasar más de cinco días sin agua en una casa en un barrio donde no hay tanques; en los edificios porque sí hay». De la misma manera, condena el servicio de aseo urbano: «El camión puede durar hasta tres días sin pasar y mientras más arriba de la parroquia es peor». También reclama el alumbrado público, pues dice que a medida que oscurecen las calles se hacen más peligrosas.
Daniel Sánchez, de 73 años, habitante de El Retiro (parroquia Altagracia), reclama a la alcaldesa Meléndez el servicio continuo del agua: «Aquí nunca se iba el agua, ahora solo llega una sola vez a la semana». Suma el problema eléctrico y afirma que tienen diez años sin luz en la calle: «Cada quien tiene que poner su farol», revela. No obstante, Sánchez considera que la covid-19 y el bloqueo tienen incidencia en los servicios públicos, pero también admite que cuando estos factores aparecieron, «las comunidades estaban graves. La ciudad no funciona porque no hay una autoridad centralizada y cada quien está por su lado. Aquí había una alcaldía mayor que bien pudo haber continuado para coordinar la ciudad como una», expone.
Otra residente de Altagracia pide que primero solucionen el problema del agua y después la inseguridad. «Aquí el agua apenas llega una vez a la semana. Por aquí hay un barrio que se llama La Trilla y dura hasta dos meses sin agua. Queremos cambios ya», exige Norelsa Ramírez. Daniela Campos, vendedora de comida rápida de Altagracia, dice que «el aseo urbano es patético, nunca pasa el camión». Agrega que la inseguridad también debe atenderse porque hay muchos robos. «Aquí todo ha empeorado por la falta de gobierno y no por las sanciones», opina.
María Ramírez, desde la avenida Panteón, pide a las autoridades atender los delitos de los funcionarios policiales, pues asegura que la policía del lugar «es muy corrupta». Igualmente admite que desconoce quién es la nueva alcaldesa Carmen Meléndez, «a ninguno los he visto por aquí».
Para Mary Lucero, habitante de Manicomio en Agua Salud (Catia), lo primordial que debe atender la nueva alcaldesa es el problema del agua, después la inseguridad porque asevera que «la delincuencia está desbordada». En tercer lugar pide activar la recolección de basura; «es cero, debemos ir a la avenida a sacar los desechos porque hace como diez años que el camión dejó de pasar».
Lucero dice que el agua les llega cada ocho días (fines de semana) y siempre sucia; lo que le impide salir a recrearse porque debe quedarse en casa almacenando agua y haciendo los quehaceres de la casa.
Mary Lucero dice que confía que con Carmen Meléndez en la alcaldía de Libertador se puedan solucionar estos problemas. Aconseja a las autoridades invertir más para solucionar los problemas que aquejan a los habitantes de Libertador y hacer mantenimiento constante a los servicios.
En la parroquia San Juan el agua también sigue siendo el principal problema a resolver. «Tenemos agua cinco días al mes, pero no seguidos. Y en la parte alta de El Guarataro ni llega», asegura Mirlenis Palacios, líder comunitaria del sector.
Con relación a la basura, Mirlenis explica que «el barrio no tiene problemas con eso, porque todos individualmente se encargan de bajar su basura», pero reconoce que solo se trasladó el problema hasta la avenida San Martín, que está copada de desechos.
Aclara que no espera nada de la nueva gestión, pero sabe que es necesario crear espacios para el encuentro y buscar soluciones conjuntas, a través de la designación de personal calificado en cada área y con las competencias para solucionar el colapso de los servicios.
Coche en desventaja
Aunque todos tienen problemas, algunas comunidades están en peores condiciones que otras, con más desventajas. Un ejemplo es Coche, donde según sus habitantes, «padecen de todos los males».
«Lo primordial en Coche es solucionar el problema del agua, que llega por zonas y por poco tiempo. En algunos sectores pasan meses sin que una gota salga por la tubería y cuando llega dura un día», comenta Ingrid Rodríguez, habitante de Cochecito. Otro problema es la falta de alumbrado público, aprovechado por delincuentes para robar a quienes caminan en la oscuridad.
La misma acumulación de desechos que se observa en cualquier parte del municipio está presente en Coche, donde pasa más de una semana sin que llegue el camión del aseo, con el agravante de que tienen en sus predios la Planta de Transferencia Las Mayas en la que se recibe la basura de todo el municipio. Sus habitantes aseguran que los olores nauseabundos inundan el ambiente, aunque estén alejados del botadero.
«Cuando estaban en campaña recogían la basura hasta dos veces al día. Ahora que ya pasaron las elecciones se olvidan de eso», asegura Rosmery Rivero, habitante del barrio El Papelón, en Cochecito. «Si Coche recibe toda la basura de Caracas, debería recibir también una parte de lo que genera el Hipódromo, el mercado mayorista, entre otros, para ser invertido aquí y que mejore nuestra calidad de vida», propone.
Pese a que los habitantes del municipio Libertador enumeraron sus principales problemas, el «no espero nada de las nuevas autoridades» fue una expresión recurrente entre quienes creen que las autoridades realmente no desean cambiar al municipio.
Por medio de su cuenta en Twitter, la recién electa alcaldesa Carmen Meléndez se ha mostrado en diversas reuniones de trabajo con directores de los entes de la Alcaldía de Caracas para abordar proyectos y atender a los habitantes de las 22 parroquias del municipio Libertador.
Ante sus tuits, habitantes de distintas zonas de la ciudad aprovecharon para escribirle y pedirle soluciones como tapar huecos en las vías, recuperar canchas deportivas, mandar agua a Caricuao y San Agustín, recoger la basura, recuperar el bulevar de Catia, reparar ascensores, entre otras quejas del día a día.